Hundimiento el 14 de octubre de 1938

Operación Especial P: el hundimiento del Royal Oak en Scapa Flow

El comandante de submarinos de la Kriegsmarine Karl Dönitz diseñó un plan para atacar con submarinos en Scapa Flow en los primeros días de la guerra. ​ El objetivo sería doble:

  • en primer lugar, alejar la Home Fleet inglesa de Scapa Flow permitiría aflojar el bloqueo marítimo británico en el Mar del Norte y así facilitar a los buques alemanes atacar los convoyes del Atlántico;
  • en segundo lugar, sería un acto simbólico de venganza en el mismo lugar en que fue echada a pique la rendida Flota de Alta Mar alemana el 21 de junio de 1919, tras la Primera Guerra Mundial.

La entrada.

Dönitz eligió al teniente Günther Prien para la arriesgada incursión, ​ que fue programada para la noche del 13 al 14 de octubre de 1939, cuando la marea sería alta y no habría luna. Dönitz se sirvió de fotografías de alta calidad tomadas durante un reciente reconocimiento aéreo, que revelaban las debilidades de las defensas y la abundancia de objetivos. ​ Dirigió a Prien para que entrara en Scapa Flow desde el este a través del estrecho Kirk, pasando al norte de Lamb Holm, una pequeña isleta entre las islas Burray y Mainland. ​Inicialmente Prien confundió el más sureño estrecho Skerry como la ruta correcta, y la súbita comprensión de que el U 47 se dirigía a un paso bajo bloqueado le obligó a virar con rapidez al noreste. En la superficie, iluminado por el brillo de la aurora boreal,​ el submarino pasó entre los barcos hundidos para bloqueo Seriano y Numidian, enredándose momentáneamente en unos cables del Seriano.2​ Fue iluminado por los faros de un taxi, pero su conductor no dio alarma.

A las 00:27 del 14 de octubre, Prien  había conseguido infiltrarse en el puerto correcto y anotó un triunfal Wir sind in Scapa Flow!!! (¡¡¡Estamos en Scapa Flow!!!) en su cuaderno de bitácora. Fijó rumbo suroeste durante algunos kilómetros antes de invertir su dirección.2​ Para su sorpresa, el fondeadero aparecía casi vacío, pues desconocía la orden del almirante Charles Forbes para que los buques se dispersaran por puertos más seguros. El U 47 se había dirigido hacia cuatro buques de guerra, incluyendo el recientemente comisionado crucero ligero «Belfast», anclado en alta mar a 4 millas náuticas de las islas Flotta, pero Prien al parecer no se percató de su presencia.

Mapa que detalla la infiltración del U-47 en Scapa Flow.

En la dirección opuesta, un vigía en el puente del submarino divisó al “Royal Oak” a unos 4 km al norte, correctamente identificado como un navío clase Revenge. Parcialmente escondido tras él había una segunda nave, pero solo su proa era visible desde el U 47. Prien lo confundió con un crucero de batalla clase Renown, y luego la inteligencia alemana lo etiquetó como «HMS Repulse».​ En realidad se trataba del portahidroaviones “HMS Pegasus”.

El ataque.

A las 00:58 el U 47 disparó una salva de tres torpedos. Dos erraron el objetivo, pero el otro impactó en la proa del “Royal Oak”, sacudiendo el acorazado y despertando a su tripulación.8Recibió pocos daños visibles, aunque el ancla de estribor se rompió y repiqueteó ruidosamente. Inicialmente se sospechó que se había producido una explosión en el almacén de inflamables de proa, usado para materiales como el queroseno. Conscientes de la explosión inexplicable que había hundido el HMS Vanguard en Scapa Flow en 1917,​ se hizo un anuncio por la megafonía del «Royal Oak» para revisar la temperatura del almacén. Muchos marineros volvieron a sus hamacas, inconscientes de que el acorazado estaba siendo atacado.

Prien hizo dar la vuelta al submarino y disparó un cuarto torpedo, pero también se perdió. Recargó los tubos de proa y disparó una nueva salva de tres torpedos, todos contra el Royal Oak.​ Y esta vez tuvo éxito: todos impactaron en el centro del buque en rápida sucesión y detonaron.10​11​ Las explosiones destrozaron la cubierta blindada y causaron el corte de la energía eléctrica. El almacén comenzó a arder y una bola de fuego se expandió rápidamente por todos los espacios internos del buque.​ El Royal Oak enseguida se escoró 15°, suficientes para sumergir los ojos de buey de estribor.​ Pronto escoró 45° sobre un lateral, permaneciendo así varios minutos antes de hundirse para siempre a la 01:29, sólo 13 minutos después del segundo ataque de Prien. 833 tripulantes murieron, incluido el contralmirante Henry Blagrove, comandante de la Segunda División de Acorazados. Entre los fallecidos había más de un centenar de jóvenes marineros que no habían cumplido 18 años, la mayor pérdida en una sola acción en la historia de la Marina Real.

Localización del pecio del «Royal Oak»

Prien fue apodado «El toro de Scapa Flow», y su tripulación decoró la torreta del U 47 con una mascota de toro bufando, símbolo que acabaría siendo el de toda la 7ª Flotilla de U-boot. El capitán fue requerido para entrevistas de radio y prensa, y su «autobiografía» fue publicada al año siguiente con el título de Mein Weg nach Scapa Flow (Mi camino a Scapa Flow). El libro, obra de un escritor fantasma que se dedicaba al periodismo en Alemania, fue puesto en duda en los años de la posguerra por la discutible veracidad de los hechos de octubre de 1939 que narraba.

En los meses que siguieron, el capitán Prien demostró que su acción no había sido fruto de la suerte, convirtiéndose en uno de los mejores comandantes de submarino de la Kriegsmarine. En su sexta patrulla en el Atlántico hundió ocho barcos con un total de 51 483 toneladas.

Kapitänleutnant Prien

Prien fue un comandante muy osado, descubriendo el primero los convoyes aliados antes que sus camaradas, a los que seguía mientras informaba de su posición para dirigir a otros sumergibles antes del ataque.

Debido a su valía militar y propagandística, el almirante Karl Dönitz sugirió a Prien que debía abandonar el frente y dedicarse a instruir a las nuevas dotaciones, pero le respondió negativamente, permaneciendo siempre en primera línea de combate. Durante la décima patrulla que efectuó desde la base francesa de St. Nazaire, atacó al convoy OB-290 (el 20 de febrero de 1941), hundiendo cuatro barcos con un total de 16.310 toneladas.

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