Hundimiento el 19 de noviembre de 1941
En la mañana del 19 de noviembre los encargados de preparar las minas que serían fondeadas en la noche siguiente en el puerto de Freemantle trabajaban para dejar a punto los artefactos, cuando es avistado por la amura de estribor un buque, que las serviolas pronto identifican como un crucero ligero británico.
Se trataba del crucero australiano “Sydney”, de 7.100 ton, cuyo armamento principal estaba compuesto por 8 cañones de 152 mm, 8 de 102 mm y 8 tubos lanzatorpedos. Detmers ordena alejarse a toda máquina, pero es avistado y los australianos acortan distancias rápidamente con el fin de reconocer al huidizo carguero… Evidentemente los australianos nos sospecharon nada y continuaron acercándose más allá de lo que la prudencia indica como aceptable, mientras transmitían señales a los alemanes, las que éstos deliberadamente tardaban en contestar. Esto continuó hasta que el crucero corta la estela del “Kormoran” a 3.000 metros, continuamente observando al buque germano y con su tripulación en sus puestos de batalla. Por fin, a unos 1.000 metros de distancia, el “Sydney” toma un rumbo paralelo al corsario germano y le interroga mediante banderas, tratando de saber qué buque es y a donde se dirige, pidiendo a continuación su código secreto. Como los alemanes no tenían idea de cuál podía ser este, Detmers ordena abrir fuego de inmediato.
Los alemanes arrían la bandera holandesa y bajo la bandera de la marina de guerra alemana se disponen a combatir hasta la muerte.
La primera salva del “Kormoran” obtiene tres impactos, destrozando la dirección de tiro del crucero y alcanzando el puente de mando; otro voló la torre de 152mm número 2 y un cuarto destrozó el hidroavión, que minutos antes estaba listo para ser lanzado a reconocer al inocente «carguero» holandés.
Mientras el implacable castigo artillero se desataba sobre el crucero australiano, dos torpedos fueron lanzados contra este buque; que aún no contestaba el fuego alemán. Cuando finalmente lo hizo, su primera salva cayó larga; recién la segunda obtuvo un impacto en los tanques de fuel oil de los motores auxiliares del buque germano, y un segundo impacto destruyó los transformadores eléctricos de los motores principales. Al tiempo que esto sucedía, el “Sydney” fue alcanzado por un torpedo debajo del puente, lo que dejó fuera de combate otra de las torres principales de artillería y evidentemente averío el sistema de gobierno, ya que el crucero cayó súbitamente contra el “Kormoran” y cesó de disparar. Hacía cinco minutos que el buque alemán disparaba frenéticamente contra su oponente hasta con las ametralladoras, ya que la distancia se lo permitía, y el resultado para este fue fatal, las superestructuras estaban destrozadas y el buque con graves daños. En este punto, el “Sydney” cruza la estela del corsario germano y se aleja en llamas por la amura de babor, lanzando dos torpedos que fallan el blanco.
Los alemanes en tanto continuaban disparando al ritmo máximo que su tripulación podía mantener, y lanzan entonces otros dos torpedos, los que no logran impactos, esto continuó hasta los 9.000 metros y cuando ya hacía media hora de iniciado el combate, que sería fatal para los dos buques.
A bordo del “Kormoran” tenían fuera de control el incendio provocado en los tanques de combustible de los motores auxiliares y Detmers ordena preparar el abandono del buque, considerando que el material de lucha contra incendios se hallaba inutilizado y que el fuego pronto alcanzaría las minas estibadas en la popa. Se arrían los botes y los germanos abandonan al sentenciado buque, el que minutos más tarde explota y se hunde rápidamente con 20 muertos a bordo.
Del “Sydney” nunca más se supo nada, su tumba acuática permanece ignorada ya que el único indicio que se tuvo del buque fue una solitaria balsa con un cadáver a bordo hallado meses más tarde y a 2000 kilómetros del lugar del combate. Los detalles del Apocalipsis vivido a bordo de este buque a partir de su contacto con el “Kormoran” permanecerán ocultos por siempre ya que no sobrevivió ninguno de sus 640 tripulantes. Los motivos de la tardanza en reaccionar del crucero australiano solo pueden ser supuestos, pero probablemente alguna falla grave se haya producido previo al combate, ya que desde que se abatieron las estructuras que ocultaban los cañones del navío germano, hasta que este abrió fuego, pasaron varios segundos durante los cuales estos movimientos eran perfectamente visibles desde el buque australiano… aun así, esto no explica por qué las ametralladoras pesadas y las piezas operadas manualmente aparentemente no abrieron fuego (a esa distancia hubiera sido imposible fallar) y solamente las torres de artillería pesada lo hicieron brevemente, obteniendo aparentemente cuatro impactos, los que finalmente sentenciaron al “Kormoran”. Dicha falla, evidentemente subsanada por algunos minutos, ya no pudo ser solucionada luego. Una explicación sobre la ausencia de respuesta de las piezas de menor calibre podrían ser las elevadas bajas causadas por las piezas ligeras germanas; pero resulta poco creíble que todos los servidores de las mismas hubieran quedado incapacitados en menos tiempo del que lleva apretar el gatillo en armas seguramente listas para la acción. De todas formas, el error fundamental en toda la acción por parte del comandante australiano, fue el confiarse excesivamente y acercarse a 1000 metros del buque alemán; lección bien aprendida por el resto de los comandantes aliados que ya no darían esta chance a los buques sospechosos que detuvieran en el futuro: se mantendrían a varias millas de distancia.
Los sobrevivientes alemanes fueron llegando en su mayoría a costas australianas siendo rescatados el resto por buques aliados. Todos fueron internados en un campo de prisioneros en la isla continente hasta 1947, cuando fueron finalmente repatriados a Alemania.
El “Kormoran” surcó los mares durante casi once meses, apresando o hundiendo once buques enemigos con unas 70.000 ton de registro bruto y sumando finalmente al crucero ligero “Sydney” de 7.000 ton, hecho único en la historia naval, en que un mercante armado logra hundir un crucero en combate abierto.
Descubrimiento de los pecios
El pecio del Kormoran fue descubierto el 12 de marzo de 2008 por un equipo de búsqueda de The Finding Sydney Foundation1617 a una profundidad de 2.560 metros (26° 5′ 49″ S, 111° 4′ 28″ E). También se identificó el lugar del combate entre el Kormoran y el Sydney, unas cuatro millas náuticas al sur del pecio del Komoran y a 241 kilómetros de Shark Bay frente a la costa occidental de Australia, en el Océano Índico.
El 16 de marzo de 2008, el primer ministro australiano Kevin Rudd dio cuenta formalmente del hallazgo.18 Al día siguiente, Rudd anunció que también el pecio del Sydney fue hallado el 16 de marzo de 2008 a una profundidad de 2.470 metros y a 22 kilómetros de distancia del del Kormoran (26° 14′ 37″ S, 111° 13′ 3″ E). La distancia al lugar del combate es de unas ocho millas náuticas (unos 15 kilómetros).
Ambos pecios fueron incluidos como monumentos nacionales el 14 de marzo de 2011 en la Australian National Heritag.
- 1.- Zarpa de Gotenhaven
- 2.- Pasa el estrecho de Dinamarca
- 3.- Hunde al carguero griego “Antonis”
- 4.- Hunde al petrolero británico “British Union”
- 5.- Captura y hunde al “Africa Star” buque mixto de pasaje y carga
- 6.- Hunde al “Eurolichus”
- 7.- Se reúne con el submarino U-124 al que surte de combustible y torpedos y le ayuda en la reparación de una vía de agua
- 8.- Captura y hunde al petrolero británico “Agnita”
- 9.- Captura al petrolero “Canadolite” le dota de tripulación y lo envía a Burdeos (Después será bautizado como Sudeterland.)
- 10.- Hunde al carguero “Craftsman”
- 11.- Hunde al carguero griego “Nicolaos”
- 12.- Entra en el golfo de Bengala para colocar minas.
- 13.- Cuando se dirige a Calcutta para colocar minas se topa con el crucero auxiliar Cantón y desiste del minado
- 14.- Hunde al buque yugoslavo “Valevit”
- 15.- Hunde al carguero australiano “Mareeva”
- 16.- Captura y hunde al carguero griego “Embericos”
- 17.- Hunde y es hundido en combate con el “Sydney” crucero australiano