Primera Guerra Mundial y periodo de entreguerras

Durante la Primera Guerra Mundial, la formidable flota de guerra alemana dio bastantes quebraderos de cabeza al Almirantazgo Británico. Sin embargo, las preocupaciones británicas carecían de fundamento, ya que la mayoría de estas naves, salvo por alguna salida esporádica al Mar del Norte (batalla de Jutlandia), permanecieron en sus puertos durante toda la guerra. Pero ello no significaba que los barcos británicos estuvieran fuera de peligro, pues una nueva arma acababa de aparecer en escena: el submarino.

Acorazado alemán en la batalla de Jutlandia

En efecto, mediante esta sigilosa arma los alemanes empezaron a atacar a los barcos mercantes que abastecían al Reino Unido, poniendo en peligro el abastecimiento de las Islas Británicas. En 1917, el número de barcos mercantes hundidos por submarinos alemanes era tan grande que el Almirantazgo Británico previó la rendición de su país si no hacían algo rápido. Sin embargo, la introducción del sistema de convoyes redujo drásticamente las pérdidas británicas, salvando al Reino Unido.

submarino atravesabdo un campo de minas de orinque.

Fúe durante la Primera Guerra Mundial cuando destaco el mas exitoso comandante de submarino de todos los tiempos, se trató de Lothar von Arnauld de la Perière (Posen 18 de marzo de 1886 – Le Bourget, París 24 de febrero de 1941 en) cuya carrera militar culminó con el rango de vicealmirante durante la II Guerra Mundial, pero terminó de manera abrupta, al fallecer en un accidente de aviación junto al aeropuerto parisino de Le Bourget.​ Es sobre todo conocido por su destacada participación como comandante del submarino SM U-35 durante la Primera Guerra Mundial. Con 194 barcos y 459.679 toneladas de registro bruto (TRB) hundidos. Casi todos sus hundimientos fueron obtenidos en aguas del Mediterráneo, en su mayoría utilizando el cañón de cubierta del SM U-35 o la reducción de las tripulaciones y el barrenado de los buques por trozos de abordaje.​ Durante su período de servicio como comandante de submarino en la Primera Guerra Mundial disparo de 74 torpedos de los que 39 dieron en el blanco.

Debido al importante papel jugado por los sumergibles alemanes durante la guerra, no fue extraño que en el Tratado de Versalles se prohibiera a Alemania la construcción de más buques de esa clase. Sin embargo, la industria naval alemana no se detuvo y continuaría produciendo nuevos diseños, aunque para las Armadas de Finlandia y Turquía.

Asimismo, Alemania comenzaba a acumular materiales para la producción de nuevos buques, incluidos submarinos. Finalmente, el Tratado Anglo-Alemán de 1935 permitió legalmente a Alemania aumentar su flota en forma sustancial y comenzar con la fabricación de nuevas unidades. Los primeros en producirse fueron los Tipo II-A y II-B, de tipo costero, asimismo ya en 1935 se producían los primeros submarinos del Tipo VII, con desplazamiento de entre 500 y 600 toneladas, armados con torpedos de 533 mm y con tripulaciones de 44 hombres; se convertirían en los principales submarinos de la flota alemana.

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